En el Museo del Vino encontramos una amplia exposición de 750 objetos relacionados con la cultura del vino, fechados desde el siglo XIV, con precedentes de la antigüedad.
Está ubicado en una parte de las antiguas bodegas de los frailes carmelitas, donde ellos iniciaron la elaboración de vino en el siglo XIV. El primer vino individualizado que se documenta con precisión es el “vi de pair”, entregado al general francés de ocupación el 29 de septiembre de 1809. El museo del vino ocupa cuatro salas instaladas a mediados de los años sesenta por Manolo Muntañola, uno de los mejores interioristas barceloneses del siglo XX.
La visita finaliza con un paseo por la bodega donde se elabora el cava Gran Claustro, con galerías que recorren el subsuelo del Convento del Carmen. Se trata de una bodega en activo, donde se presencia el proceso de elaboración del cava más artesanal y mimado del Castillo de Peralada.